En este salón los estudiantes se portan de una manera muy
extraña. Una de la estudiante saca una enorme lengua y estaba a punto de
comerse a la maestra, pero todo vuelve a la normalidad cuando la maestra voltea.
Entre todos los estudiantes una alumna le ase señas a la maestra para que salga
del salón ya que está en peligro, pero la maestra la ignora y continúa
escribiendo en la pizarra. De repente todos los estudiantes empiezan a flotar acercándose
a la maestra, pero cuando la maestra nuevamente voltea todo se encuentra normal
nuevamente. Algo asustada la maestra sale corriendo de la clase y le menciona
la situación a la directora, pero la directora le menciona que esta clase no existe,
como la maestra no le cree le pide que la siga, aunque cuando llegan al lugar
descubren que en ese salón solo es un viejo almacén donde se guarda algunas
cosas.
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